top of page

Receta para un amor artesanal

  • Foto del escritor: Miranda Bejarano Salazar
    Miranda Bejarano Salazar
  • 17 ene 2021
  • 2 Min. de lectura

Escucha la lectura de este cuento en el podcast Gente Que Cuenta aquí


Para un amor artesanal es necesario olvidar la noción del tiempo, abandonar toda expectativa de un cariño eterno y perfecto y ¡lo más importante! dejar a un lado las recetas de amores prefabricados: de esos que en un minuto de microondas se cocinan, se comen y se olvidan.

Un amor artesanal, como el buen Tepache*, requiere de la meticulosa selección de sabores que orquestan un todo. El dulce de la piña y las risas, el limón y los desacuerdos para acidificar el pH, un poco de clavo de olor y canela para preservar memorias, no olvidar la cáscara de la piña con azúcar morena para poblar y alimentar la micro vida que nace en las interminables charlas, por último, deberá agregar agua para que todo fluya sin ninguna pretensión.


No crea que la simple mezcla de estos ingredientes será suficiente para al fin beber el esperado brebaje, ¡no! Ahora se necesita de la intangibilidad del tiempo, aquel viejo sabio que dirá hasta cuando es suficiente esperar. Deberá dejar la mezcla en una jarra tapada con una tela fina, que proteja, pero mantenga la puerta abierta al paso de los segundos mientras el perfumado jugo se alimenta lentamente de aquellos micro viajeros del aire, transportados por las risas y los silencios. Tendrá que cuidar, pero no sobreproteger, el reposado sancocho testigo de las guitarras hasta media noche. El nivel de burbujas, que una a una asciende a la superficie, será la clave para identificar que ya puede consumirse, pero ¡ojo! No espere demasiado, puede que, al darle tantas largas, la excelente proporción de ingredientes se eche a perder por el tiempo excesivo en la fermentación, convirtiéndose en un apenas tolerable vinagre.


La única medida es la paciencia, debe ser confiado a los microorganismos que trabajarán durante días en la ardua tarea de cocinar historias. Su dedicación ciega será compensada con el permiso de por fin degustar la sutil y embriagante fermentación de los azúcares del amor a primera risa.


*Tepache: Bebida fermentada originaria de México

Entradas recientes

Ver todo
El Chileno

Es domingo en la tarde, en esa hora en la que el tiempo parece estancarse. Joaquín con su tapabocas raído y con un costal a su espalda,...

 
 
 
La Casa 7

Pasado: La vecina Ambas eran muy pequeñas cuando se conocieron. Melissa solo podría decir que vivía en la casa de al lado y que la nieta...

 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

©2022 por Miranda Bejarano Salazar. Creada con Wix.com

bottom of page